Cáñamo y sensibilidad forestal
Sabemos que el cáñamo tiene muchísimos usos. Aquí, en nuestro blog, ya os hemos hablado de piezas de coche como las puertas o la carrocería, biocombustible, casas enteras, las velas de los barcos de Colón (o eso dice la leyenda, como también dice que George Washington tenía su propia plantación de cáñamo que utilizaba para fabricar papel).
Hace poco nos llegó una noticia sobre el consumo de papel higiénico con un titular muy impactante: «El papel higiénico corta cada día 27.000 árboles». Son sencillamente demasiados árboles para el uso que tiene, que es usar y tirar. Imaginemos a cuantos árboles ascenderán el consumo de pañuelos de papel, cuyo uso es al final, el mismo, usar y tirar. Los compañeros de Colorado Hemp Project afirman que el cáñamo produce cuatro veces más fibra por acre (0.4
hectáreas) que el papel convencional y sólo tarda 5 meses en crecer. En realidad el papel de cáñamo ya es una realidad, puesto que existe un papel de fumar hecho con cáñamo, y es por eso que os podemos dar una muestra de este papel en forma de imagen. Como podéis observar, la única diferencia entre ambos papeles es que el papel de cáñamo no ha sido blanqueado artificialmente. Es un poco como el cartón, que tiene ese color tan característico y es un derivado del papel.
Con estos argumentos encima de la mesa, queda claro que el papel de cáñamo es una gran idea de cara al cuidado del medio ambiente simplemente por los tiempos de crecimiento de las diferentes plantas. El cáñamo crece entre 4 y 5 meses después de su plantación, mientras que un árbol puede tardar décadas en tener la suficiente materia como para poder convertirse en papel, además de evitar que nuestro planeta sufra más daños de los que ya le estamos haciendo. Es por eso que desde Greenmotiv nos alegra ver que hay proyectos que pretenden mejorar nuestro planeta sin que eso afecte a nuestra vida diaria y a productos que son necesidad básica para los humanos.